Inicié mi carrera profesional como actuaría, prácticamente desde que salí de la universidad he trabajado en el sector bancario. Empecé siendo analista, luego crecí en el siguiente puesto y así hasta convertirme en subdirector, pero ahí me topé con pared, sabía que quería llegar más arriba; era buena en lo que hacía, pero algo hacía falta.

En aquel momento alguien me dijo muy claro “Si quieres seguir creciendo necesitas trabajar en ti”. Estudié un MBA, pero no era eso, a lo que ella se refería era que me percibían insegura, quizá un poco infantil, no lograba transmitir poder, ni liderazgo. Así que trabajé en mi imagen física, en mi seguridad y fui escalando y escalando hasta llegar a la posición de liderazgo que quería. Me di cuenta de algo que ahora es mi motor, no se trata de como te veas, se trata de que le grites al mundo quién eres y que así te perciban, eso es la imagen.

No obstante, para mi no era suficiente, me comprometí a impulsar a todas aquellas personas que así como yo se esfuerzan trabajando, tienen talento, pero hay algo que falta y no logran crecer profesionalmente. Decidí convertirme en asesor de imagen, empecé con cursos, estudié mi maestría en Imagen, he trabajado con muchos mentores para poder cumplir con mi propósito y por supuesto, sigo haciendo todo este trabajo conmigo.